Ser feliz es sentir las convicciones
de estar en lo correcto.
Jorge Bucay
Sí, ya lo sé. Aquella frase te salvó, como a mí. Querías subir, volar, agarrar de los pelos a tus ilusiones…, pero el miedo al qué dirán, al cuánto se reirán o al cómo pensarán quienes decían ser los tuyos creó un contrapeso suficiente como para echar a perder la luz más brillante de todas. Tu luz. Fue en ese preciso instante —cuando todo parecía sucumbir a las leyes del abandono— cuando apareció, de entre miles de letras y mensajes, aquella frase de tres palabras que cambió tu destino para siempre:
«SÉ-TÚ-MISMO».
Y lo fuiste. Quizá no siempre, pero lo fuiste. O, al menos, lo intentaste. Y si lo olvidaste, te lo recuerdo: – Sigue leyendo –