Desarrollo Personal

Cuando te atrevas a despedirte

Retener es creer que solo existe el pasado,
dejar ir es saber que hay un futuro.
Daphne Rose Kingma

Cada semana recibo varios mensajes de personas que, cansadas de su rutina, perdidas de rumbo o dolidas tras un traspié me escriben preocupadas por prosperar en una de las misiones más nobles de la vida: crecer. «¿Cuándo sabré qué camino elegir?» «¿Cuándo dejaré de sufrir?» «¿Cuándo encontraré el amor?». Y así, un sinfín de interrogantes que, por mi parte, siempre concluyen con la misma respuesta: «Cuando te atrevas a despedirte».

En unos casos, esta frase llega a los lectores como un rayo; especialmente, cuando se trata de un amor de pareja, un antiguo amigo, un trabajo o una ciudad. En esos momentos, la fuerza de lo tangible se alza con evidencia para recordarnos que sí, que debemos tomar la decisión; y que no, que no será sencillo. No obstante, hay otro tipo de casos donde la despedida no es tan clara. Y es en ese preciso instante cuando vuelve a sonar el timbre de mi buzón de entrada: «¿Despedirme yo? ¿De qué? ¿De quién?».

La respuesta está a punto de llegar:

«De ti».       

En la mayoría de ocasiones no recibo respuesta. Demasiada abstracción, quizá. O, tal vez, cometí el error de no darles el número de teléfono de su persona 10, de su trabajo soñado o las coordenadas exactas de su próxima mudanza. Quién sabe. El hecho es que para los que aprendieron que las mejores respuestas solo pueden nacer de uno mismo, hay una aclaración más:

» Despedirse es decir adiós a un amor malogrado, a un proyecto o a una ciudad, sí, pero también a una suma de creencias y miedos, a una forma de mirar la vida o a unas etiquetas que —con sentido o no— un día nos apropiamos. Es comprender que aquel sueño desvanecido no dice nada de los que aún restan por llegar. Es entender que aquella persona que fuimos o esta que somos no tiene por qué acompañarnos el resto de nuestros días. Despedirse es, en última instancia, descubrir que, si queremos, lo mejor de nuestra vida puede empezar hoy.

Y es que no hay nada que detenga más nuestro corazón que la sensación de no vivir a ritmo con la vida, de no avanzar con ella; nada que lo ahogue tanto como el empeño en seguir vistiendo aquella camiseta que tanto nos gustaba aun cuando se ha quedado pequeña.

Ya debes saber de qué hablo. Hablo de que cambies el «soy» por el «fui», de que dejes de leerte y empieces a escribirte, de que vacíes tu mochila y comiences a caminar.

¿Qué sería de la vida si no nos obligara a buscar en nuevos rincones?”.

Ya lo dijimos una vez: asusta mucho dejar de hacer lo que siempre has hecho, pensar como siempre has pensado y reconocer que puede haber una idea, una aventura o una forma de mirar con la que nunca habías contado. Pero todo esto forma parte de la vida, de un ciclo natural que nos recuerda que para avanzar hay que dejar algo atrás, que para volar hay que despegar los pies del suelo y que para crecer hay que saber decir adiós.

Resulta difícil saber los motivos, pero por alguna razón hemos creído que el dolor es algo de lo que huir, un sentimiento que ignorar siempre que podamos. Y no es así. El dolor es mucho más que una llama que te quema para decirte «¡Quítate de aquí, tonto!»; es un recordatorio de que ahí fuera existen infinidad de cosas bellas que te estás perdiendo; una señal para que te lances a nuevas aficiones, nuevos lugares y nuevos pensamientos. El dolor es, en otras palabras, un aviso para que hoy, y de una vez por todas, des un salto de nivel.

Existen dos tipos de despedidas: aquellas en las que la vida te echa a ti
y aquellas en las que tú decides qué echas de tu vida.
Si bien las primeras suelen ser más duras,
las segundas suelen ser más difíciles.
Si bien las primeras pueden pararte el corazón,
las segundas pueden hacer que empiece a latir de nuevo.

Quédate con esto. Yo lo aprendí hace poco y me cambió la vida: la mayor parte de nuestras tristezas no derivan de un pasado desolador o de un presente en el que el viento no ha soplado de la manera que esperábamos. Es algo más grande que eso. La mayor parte de nuestras tristezas tiene lugar por la visión de un futuro ausente de luz, por haber dejado de jugar con la vida. 

¿Y qué es jugar con la vida?, te preguntarás. Jugar con la vida es recuperar el estado vital de los niños. Es volver a mirar lo viejo con ojos nuevos. Es volver a sentir que no debemos pedir permiso para asaltar aquello que no tiene dueño, como los sueños, el mar, la montaña o los amigos. Es descubrir que la vida es interesante siempre y que no hay momento ni lugar en el que no haya algo apasionante que hacer. Jugar con la vida es, en definitiva, hacer propio el mensaje de que la vida es una y que, vista en perspectiva, tan solo abarca de dos fines: amar y disfrutar.

No hay peor despedida que aquella en la que no pudiste decir adiós.”.

Por eso, sal, vive, recicla, crece. Rebusca entre todo lo que hoy tienes y traza en la mitad una línea: a un lado lo que viaja contigo; al otro, lo que ha de quedarse en tierra. Y ya sea esto último una creencia, un valor, un lugar o una persona, dile adiós. Aunque duela. Porque a los rincones más especiales hay que llegar ligeros. Porque a las nuevas sonrisas hay que llegar (a veces) llorando.

*Sigue El universo de lo sencillo en Facebook
Y en twitter en @Pablo__Arribas o @univ_sencillo
 Y en Instagram @pabloarribas

*Si te gustan los artículos como este, puedes encontrar más en el libro El universo de lo sencillo: 50 reflexiones para crecer y amar como valientes, (5ª Edición). A la venta en  España, Argentina, México, Chile, Costa Rica, Paraguay y Uruguay.

*Recuerda que el libro de El universo de lo sencillo está disponible en muchos más países!

Lo más visto de El universo de lo sencillo*El libro  El universo de lo sencillo ha sido recomendado por los medios más importantes de España. Pincha en la imagen para leer, ver y escuchar las entrevistas.
El universo de lo sencillo en los medios

32 Comments

  • bsbjany

    Mi Pablo querido, siempre con las palabras justas, y en el momento justo. Amé el post, llegan siempre como ese aguacero refrescante en tiempo de verano, cuando justamente sientes que te ahogas, así llegan tus palabras a mi. Dices que “para avanzar hay que dejar algo atrás” y es tan cierto, pero cuan dificil es soltar ese “algo”, a veces por miedo, a veces por simplemente resignarnos. Pero llega justo un día en que te dices a ti mismo_ Sabes que??? Voy a avanzar en lo que quiero, al final la vida es una sola. Tengo temor a llegar al final de mis dias y mirar atrás y haber dejado muchas cosas por hacer. Gracias Pablo por tus palabras…sigue publicando …siempre es una felicidad leerte. Te lo digo y te lo repito, eres como ese amigo que tiene las palabras necesarias siempre…Un abrazo desde Cuba!!!!

    • Pablo Arribas

      Así es! Muchas veces solo estamos a una gota que colme el vaso.
      Me ha encantado leer tu comentario y ver cómo ibas creciendo en convencimiento, en motivación. Es posible que no seas consciente de toda la fuerza que tienes dentro, pero la tienes, esperándote. Un abrazo, valiente. A por ello. Te acompaño :))

  • Mayca

    Precioso Pablo. Como todo lo que he leido tuyo. Además muy acertado.Creo que estoy en una etapa de mi vida en la que voy a tener que dejar atrás muchas cosas y que va a ser dificil, muy dificil decir adios, pero o lo hago o me hundo en un pozo sin fin y que no me lleva a ninguna parte. asique tendré que encontrar mi parte valiente y echar para adelante. Pero como cuesta!!

    • Pablo Arribas

      Muchas gracias, Mayca. En muchas ocasiones, lo que debemos dejar atrás son ideas, creencias, valores. Y es que aprender a decir adiós a una forma de interpretar los hechos también es un atreverse. Uno de los grandes.
      Un abrazo. A por ello! :))

  • Mayca

    Precioso Pablo. Como todo lo que he leido tuyo. Además muy acertado.Creo que estoy en una etapa de mi vida en la que voy a tener que dejar atrás muchas cosas y que va a ser dificil, muy dificil decir adios, pero o lo hago o me hundo en un pozo sin fin y que no me lleva a ninguna parte. asique tendré que encontrar mi parte valiente y echar para adelante. Pero como cuesta!!

    • Pablo Arribas

      Muchas gracias, Mayca. En muchas ocasiones, lo que debemos dejar atrás son ideas, creencias, valores. Y es que aprender a decir adiós a una forma de interpretar los hechos también es un atreverse. Uno de los grandes.
      Un abrazo. A por ello! :))

  • SM

    Muchas veces no depende de uno mismo, sobretodo cuando están involucradas personas. Puedes atreverte a decir adiós,te aventuras a dar el paso aún sabiendo el dolor que conlleva, pero ese individuo te frena. No basta simplemente con dejarlo pasar o decirte a ti mismo que el libro (o ese amargo capítulo) se ha cerrado. No vale quedarse con cosas por decir. Mi pregunta es, Si no te dan la oportunidad de despedirte , ¿Cómo y cuándo actuar? No hay nada más frustrante que quedarse con esa espina clavada. Quizás todo sea cuestión de tiempo(paciencia) o no.

    Gracias Pablo,por compartir tus reflexiones tan revitalizantes.

    • Mayca

      En ese mismo caso estoy yo, pero ya es demasiado el tiempo el que he aguantado el freno arriba. Creo que ya llego el momento de bajarlo y acelerar, porque como bien dice Pablo primero tienes que amarte y pensar en ti y si esas personas no te quieren como tu quieres que te quieran, pues hay que dejarlas atras

  • SM

    Muchas veces no depende de uno mismo, sobretodo cuando están involucradas personas. Puedes atreverte a decir adiós,te aventuras a dar el paso aún sabiendo el dolor que conlleva, pero ese individuo te frena. No basta simplemente con dejarlo pasar o decirte a ti mismo que el libro (o ese amargo capítulo) se ha cerrado. No vale quedarse con cosas por decir. Mi pregunta es, Si no te dan la oportunidad de despedirte , ¿Cómo y cuándo actuar? No hay nada más frustrante que quedarse con esa espina clavada. Quizás todo sea cuestión de tiempo(paciencia) o no.

    Gracias Pablo,por compartir tus reflexiones tan revitalizantes.

    • Mayca

      En ese mismo caso estoy yo, pero ya es demasiado el tiempo el que he aguantado el freno arriba. Creo que ya llego el momento de bajarlo y acelerar, porque como bien dice Pablo primero tienes que amarte y pensar en ti y si esas personas no te quieren como tu quieres que te quieran, pues hay que dejarlas atras

  • Adrian

    A veces pasa que uno se aferra algo a tanto (objetos, ciudades o personas) que quizás nos olvidamos de nosotros mismos por eso externo que seguro nos hace felices pero …¿hasta cuándo o por cuánto??? Personalmente me ha pasado y dice Y AHORA QUE HAGO!!!!! Vivir la vida sin ataduras y saber que algunas cosas se van, no se si porque vendrá algo mejor, pero así es la vida…. Nada es para siempre, por eso hay que vivir el presente con lo que tienes al lado… la mochila con el ordenador o tu pareja….. sin pensar en ayer ni mañana… solo hoy….. Es que me inspiras Pablo!!! Un abrazo!!!

  • Adrian

    A veces pasa que uno se aferra algo a tanto (objetos, ciudades o personas) que quizás nos olvidamos de nosotros mismos por eso externo que seguro nos hace felices pero …¿hasta cuándo o por cuánto??? Personalmente me ha pasado y dice Y AHORA QUE HAGO!!!!! Vivir la vida sin ataduras y saber que algunas cosas se van, no se si porque vendrá algo mejor, pero así es la vida…. Nada es para siempre, por eso hay que vivir el presente con lo que tienes al lado… la mochila con el ordenador o tu pareja….. sin pensar en ayer ni mañana… solo hoy….. Es que me inspiras Pablo!!! Un abrazo!!!

  • Lilian

    Si, tienes toda la razón, pero es tan dificil despedirse de las cosas que llevas haciendo tantísimos años. Lugares, personas, que duro. Aunque sabes que es lo mejor para ti, será mejor para los que si te van a acompañar al otro lado? Habrá que darle muchas vueltas…..e ir diciendo adios. Gracias Pablo por tus reflexiones siempre.

  • Lilian

    Si, tienes toda la razón, pero es tan dificil despedirse de las cosas que llevas haciendo tantísimos años. Lugares, personas, que duro. Aunque sabes que es lo mejor para ti, será mejor para los que si te van a acompañar al otro lado? Habrá que darle muchas vueltas…..e ir diciendo adios. Gracias Pablo por tus reflexiones siempre.

  • Andreina

    Me cuesta tanto despegarme de lo que vivo ahora.Me encantaría viajar, conocer o simplemente hacer algo diferente de lo que hago ahora pero el miedo me mata. Me da miedo que nada salga como espero o perder mas el rumbo. Soy una chica que esta a punto de graduarse, tengo un trabajo fijo , sin embargo, me siento tan perdida y la verdad creo que debería cambiar mi rumbo pero no se a donde, me siento perdida. Espero atreverme algún día a despedirme de toda esta rutina y empezar a ser feliz.

  • Andreina

    Me cuesta tanto despegarme de lo que vivo ahora.Me encantaría viajar, conocer o simplemente hacer algo diferente de lo que hago ahora pero el miedo me mata. Me da miedo que nada salga como espero o perder mas el rumbo. Soy una chica que esta a punto de graduarse, tengo un trabajo fijo , sin embargo, me siento tan perdida y la verdad creo que debería cambiar mi rumbo pero no se a donde, me siento perdida. Espero atreverme algún día a despedirme de toda esta rutina y empezar a ser feliz.

  • Salva Contreras

    Hola Pablo!. Que interesante todo lo que dices!. Es cierto que el ser humano tiende a quedarse anclado y apegado al pasado, a lo que pudo haber sido y no fue, a esas creencias que le limita y que tiene tan arraigadas que ni tan siquiera sabe que las tiene. Y también es cierto que, para muchos, ésa es una forma de vida. Triste, dolorosa y victimista. Pero es la única que conocen. Y les entra el pánico cuando alguien les ofrece un soplo de aire fresco y les dice que hay otros mundos ahí afuera. Que sólo deben dar un pasito para salir y encontrar un futuro maravilloso.
    Yo en lugar de decir: “lo que fui” diría “lo que seré”. Porque te pone en el camino del futuro, de la aventura de la vida. Porque te da un motivo para continuar y conseguir llegar a ser feliz.
    Gracias por tus artículos y tus libros, llenos de emociones maravillosas.

  • Salva Contreras

    Hola Pablo!. Que interesante todo lo que dices!. Es cierto que el ser humano tiende a quedarse anclado y apegado al pasado, a lo que pudo haber sido y no fue, a esas creencias que le limita y que tiene tan arraigadas que ni tan siquiera sabe que las tiene. Y también es cierto que, para muchos, ésa es una forma de vida. Triste, dolorosa y victimista. Pero es la única que conocen. Y les entra el pánico cuando alguien les ofrece un soplo de aire fresco y les dice que hay otros mundos ahí afuera. Que sólo deben dar un pasito para salir y encontrar un futuro maravilloso.
    Yo en lugar de decir: “lo que fui” diría “lo que seré”. Porque te pone en el camino del futuro, de la aventura de la vida. Porque te da un motivo para continuar y conseguir llegar a ser feliz.
    Gracias por tus artículos y tus libros, llenos de emociones maravillosas.

  • Oristila

    Mira donde estoy; a un montón de kilómetros de mi casa, de todo lo que quiero, releyendome tu post. Y ahora, después de haberme ido, me estoy dando cuenta de que la despedida de mi familia y mis amigos ha sido dura, pero no la más difícil. Esa esta empezando a aflorar ahora. Escribes como me siento, ese “yo” que pensaba era y que pensaba que nunca cambiaría, ahora se esta convirtiendo en mi “fui”, que esta dejando paso a una nueva “yo-seré” que esta empezando a darse cuenta del valor de muchas cosas, tan abstractas y simples como una lavadora o un abrazo de un amigo. Porque como bien dices y estoy experimentando, las lágrimas formarán una sonrisa que verá el mundo de forma más bonita. Te estoy inmensamente agradecida por acompañarme en este viaje tan apasionante, difícil y prometedor.

  • Sara

    Estimado Pablo, te he redescubierto de casualidad y ha sido todo un acierto, la verdad.
    Justo hoy he desconectado, lo que yo denomino, “la clavija” que, hasta que no he tenido un motivo fuerte, no he sido capaz. Quizas mi forma de ser no iba con despedirme de un dia para otro. Pero creo que es lo mejor que he podido hacer por mi y con la certeza de haber puesto toda la carne en el asador hasta el ultimo momento. El tiempo pone a todo el mundo en su sitio y tarde o temprano las actitudew humanas acaban dando la cara, a veces, sin ezplicación aparente -hay conductas quw no se pueden explicar sin datos y lejos de hacer cábalas hay que aceptarlas tal y como llegan y poner punto y final-. A din de cuentas, creo que “una retirada a tiempo es una gran victoria” (mas si es personal) y las “clavijas”, de las que hablo, hay que desconectaralas para que dejen de dar conexión y no provoquen cortocircuitos interiores. No es fácil pero se puede. Hay que desenchufar. Además, estoy segura que, con buena predisposición, uno se puede topar con otro enchufe al que conectarse -es otra opción-. Y mirando por mi, también he optado por ignorar (la ignorancia como escudo personal). Creo que eso me esta dando mucha calma y tranquilidad. Hoy en día no hay nada mejor como dejar de dar información y cortar la comunicación -paradoja de la era 3.0 – pero es un acto valiente que ayuda a mirar hacia otro lado y ver que hay infinidad de caminos por los que seguir haciendo senderismo.
    Estimado Pablo, te he redescubierto de casualidad y ha sido todo un acierto, la verdad.
    Saludos

  • Nat

    Ojalá pudiera poner en palabras todo lo que me pasa cada vez que te leo. Ojalá y tus letras sigan haciéndome sentir así, tan brillante y ligera.
    Feliz año nuevo!

  • Danny

    Gracias y siempre gracias. Definitivamente, esta reflexión llegó a mi en el momento justo donde tal vez no tenía claro qué quería o cómo buscaba lograrlo.
    Necesitaba, sin duda, entender que para avanzar bastaba con tener mis sueños claros, mis metas presentes, y sobre todo, tenerme a mi.
    Te mando un abrazo grande desde Ecuador!!

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *