Amor

No estás sola, estás soltera

 (Carta a una amiga.
Y a todas las personas que en algún
momento se han sentido como ella).

Mira bien la fecha de hoy. Hazlo, pero no te fijes en el día y tampoco en el mes. Fíjate en el año. Hazlo y comprobarás que no pone 1900 o 1800, como tampoco ninguna fecha perteneciente a la Edad Media. Pone 2017.

¿No es un poco tarde para que sigan haciéndote sentir que si no formas parte de un equipo de dos «vas tarde» o te estás perdiendo algo? ¿No lo es para que sigan jugando a que si no estás con alguien estás incompleta o te falta una mitad? Y, lo más importante, ¿no es ya la hora de que dejes de creerles?

Ya lo creo que sí.

Me gustaría tener voz para recordar a todas esas personas que te miran como si estuvieras en segunda división que en la vida no existen categorías que puedan medirte en función de si llevas o no a alguien de tu mano. Que si hay algo que puede situarnos en alguna escalinata es la manera en la que exprimimos nuestro corazón, y que esto jamás precisa compañía.

Sí, me gustaría recordarles que en la vida no hay un solo camino, el cual, o lo sigues, o «algo estás haciendo mal»; y que lo único que importa es que, tomes la ruta que tomes, sea la tuya y de nadie más. Ese es el recorrido correcto.

Ninguna persona está sola mientras ella misma no deje de abrazarse”.

Pero hoy no me interesa lo que hagan los demás, sino lo que pienses tú. De ti. Si te abrazas o te reprochas. Si te sabes entera o si te piensas a medias. Si vives con lo que tienes o si existes esperando a  lo que (crees que) te falta.

Conviene recordarlo. No es afuera donde se halla lo que todos buscamos. No es en un lugar, un momento o unos brazos donde se hospedan la calma y la armonía con la que nos gustaría convivir. Es en la manera en que nos cuidamos. La forma en que nos hablamos. Los obsequios de la vida que nos permitimos disfrutar.

«Así pienso, así siento, así vivo». Lleva esa lección en tu bolsillo. Déjala en tu mesilla de noche. Acuérdate de ella cada vez que te sientas triste, falta o sin esperanza. Cada vez que en lugar de soltera creas estar sola.

Porque no lo estás.

Y si así lo sientes es porque aún piensas que la soledad tiene que ver con la presencia de alguien a tu lado. Porque olvidaste que la ausencia de un compañero de baile no anula su acción principal: bailar. Porque de entre todos aquellos hermosos poemas de Machado, te quedaste con el peor: aquel que decía: «Poned atención: un corazón solitario no es un corazón».

Pero déjame recordarte algo: no es la ausencia de una o mil personas lo que nos hace sentir solos, sino el olvido de que tras la ventana están el mar, los amigos y todos esos sueños que, por miedo o infortunio, no te has permitido conquistar. 

No. No es la ausencia de él o de ella. No es su marcha o su falta de atención. Es no habernos abrazado de manera desmedida. Es haber dejado de leer aquella nota de colores y asteriscos que, colgada de la pared, nos recordaba cada día: «Solos o de la mano, CONMIGO… ¡hasta el fin del mundo!».

Lo contrario de la soledad no es la compañía, sino la pasión”.

Amiga mía, no sé si es tu mejor momento para citas. Si quieres o si no. Si puedes o si crees. Pero hay alguien que hace tiempo te está esperando y —aquí sí— ya vas tarde. Y ese alguien eres tú.

Por eso, no lo demores más. Ponte guapa, tráete flores, échate perfume e invítate a salir. Hazlo como nunca lo hicieron y como siempre lo soñaste. Con cariño, pausa y una carta que, con mayor o menor literatura, venga a decir así:

» Eres valiosa tal y como eres. Con tus torpezas, tu vulnerabilidad y tu pasado. Con tus miedos y tus inseguridades. Salga el sol o caigan tormentas, yo jamás te abandonaré.

No hay circunstancia, desencuentros o compañías que puedan hacerlo cambiar.
Te recojo a las 6 p.m.
Solo ida.

Y, así, vuelve a quedar contigo. Cógete de la mano. Conquístate como si hubieras visto en ti al amor de tu vida.

Porque lo eres.

Y si alguna persona sucumbe a la tentación de juzgar el camino que te tocó o el que en libertad has elegido, no te resignes y dala por perdonada. Pues no todo el mundo aprende a tiempo que en esta vida no hay una sola alma que no merezca ser tratada con amor. Las inocentes y las arañadas. Las cuidadas y las olvidadas. Las perdidas y las que aún se visten de ilusión. Todas.

Y, por supuesto, la tuya.

Querido Machado, cualquier corazón —solitario o no— es un corazón.

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21 Comments

  • Adriana Arboleya

    Justo ayer terminaba el libro de Cabeza,corazón y tripa! Y le llenaba de nostalgia porque no habían más páginas que leer… y me llega esto como un extra!!! Gracias por seguir compartiendonos

    • Pablo Arribas

      Qué me dices, Adriana! Muchas gracias!!! Qué alegría que te haya gustado. Iré publicando más cosillas!! Un beso gigante, donde quiera que estés ;))

  • Taisa

    Me ha encantaso. Sólo una sugerencia del título …iba a compartirlo y no he podido por lo de “estás soltera”. No sé…bastaría con “No estás sola” ¿no crees? Ese “estás soltera” evita y veta otras realidades…”viuda…separada…sin novio”…

  • Jany

    Estamos conectados Pablo, escribí en mi blog sobre este tema jaja. Te comparto un pedacito aquí, el mejor consejo que le puedo dar a alguien es: “ENAMORARTE DE TI”. ” Enamórate de ti, sí, lo digo en serio, y tal vez creas que te estoy hablando de ser egoísta, de dejar todo a un lado y creerte el centro del universo, pero no hablo de eso. Hablo de mirarte al espejo cada mañana y decirte a ti misma “Que linda amanecí hoy!!!”, sin importar que estés despeinada y sin maquillaje, y sin esperar que alguien más te lo diga. Eres linda, tú lo crees y con eso es suficiente.
    No puedes amar a alguien, no a full, si no te amas primero, ni nadie podrá amarte de verdad si no ve en ti esa pasión. Nadie creerá que puedes hacerlo si tu misma no lo crees posible. Todo siempre comienza por uno mismo.”

    Pablo a veces me rio porque muchas personas piensan que soy un ser autosuficiente, y resulta que NO, no lo soy, soy la persona más simple de este universo, solo que me amo mucho, me mimo mucho. Si no lo hago yo, quién lo hará??

    Un abrazo grande Pablo!!!! Amo leerte, eres la motivación hecha persona!!! 😉

    • Mar

      Acabo de quedarme maravillada con éste relato. A veces necesitamos que nos recuerden cosas como de éstas que hablas en el relato. Por que esta sociedad no ha hecho creer que si no sigues los patrones de lo establecido, eres un infeliz, y acabas siéndolo si no tienes a nadie que te recuerde que eso no es cierto. Cuantas parejas se han unido o siguen juntas por no saber estar solo, ellos sí que son unos verdaderos infelices. Gracias por el post, porque me has recordado que tengo que comprar tu libro. Un saludo

  • Lula

    Encantada siempre de leerte Pablo, tenes una soltura y una simpleza que me llegan al corazón, esto muestra como se rompen las creencias limitantes y nos empoderan, como mujeres lideres, confiando en nosotras y en nuestra capacidad de acción y de amor..GRACIAS ENORMES, por recordarme cuan feliz merezco ser conmigo misma!! este es mi puesto no? los demás están todos ocupados!!1 Saludos

  • Jessi Muñoz

    Me encanto, estoy extasiada con dicho relato, siempre pendiente de tus redacciones, me fascinan mucho, y hasta me dieron ganas nuevamente de leer tu libro por tercera vez, porque muchas veces olvidamos algunas cosas, y hoy me los recordastes todos los sentimientos que se generaron al leer tu libro por primera vez, y las acciones que tome después de terminarlos

  • Iveth

    Aún recuerdo a un profesor que me dijo “estás carente de amor” cuando le dije que no tenía pareja. Me cayó como balde de agua helada. Años me costó entender que el amor comienza por uno mismo. Gracias por tan lindos escritos.

  • Sabela

    ¿Por qué va dirigido a nosotras? Intuyo la razón, pero la evidencia para mí no existe. Preguntar no está de más. Un saludo y enhorabuena por tus textos.

    • Pablo Arribas

      Querida Sabela, gracias por preguntar. Como verás al principio del artículo, este escrito nace como respuesta (carta) a una amiga que me mostraba la preocupación ante la presión social por tener pareja.
      Reconozco que para mí es un tema algo extraño, porque yo nunca he sentido esa presión ni conocido a ningún hombre que la sienta. Si es así, lo desconozco. Por el contrario, sí he conocido a muchas mujeres que me han comentado esta preocupación en varias ocasiones en mails y mensajes. De ahí la distinción.
      Un abrazo! :))

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