El manifiesto de los valientes
1.- Tiene miedo.
Un valiente no es un súper hombre, es un valiente. Por eso, teme como todos, tiembla como todos y llora como todos. La diferencia con los cobardes está en que cuando teme, no se refugia bajo una manta, sino que sale de la cama y busca auxilio en la acción. Un valiente no cree en amilanarse como receta que conduzca a ningún lado, él cree en crecer. No necesita hacerlo todo bien o desenvolverse a la perfección en cualquier situación, porque cree en el aprendizaje y porque sabe que cualquier miedo se hace pequeñito cuando tú te haces grande.
2.- No necesita la aprobación de los demás.
A la gente le gusta opinar, juzgar y proyectar su vida y experiencias en ti. Esto ha ocurrido siempre y siempre ocurrirá. Habrá muchos que llamen fantasía o locura a lo que para ti es pasión, porque las mentes pequeñas creen que sus límites son los tuyos, que el camino que ellos tomaron fue el mejor y que lo demás es desviarse. Un valiente aprende a no dar más valor a lo que otros piensan que a lo que él cree, y aunque esto conlleva grandes momentos de soledad, si hay un lema que guía su destino es que los sueños no se negocian.
3.- Los límites los decide después.
Hay dos tipos de personas: los que dicen que algo es imposible antes de intentarlo y los que lo dicen después. Los valientes pertenecen al segundo. En el camino del crecimiento es necesario tomar la actitud de un explorador: probar, ser curioso, retarse, atreverse a fallar… No se trata de ser un temerario, sino de comprobar la vida con tus propios ojos. Un valiente sabe que la diferencia entre un ‘no se puede’ y un ‘no puedo’ solo se descubre tras la acción.
4.- No actúa al servicio de los resultados.
Un valiente no actúa para, actúa por. Porque le sale, porque lo siente, porque cree en ello. Los resultados solo miden el final de la carrera, no desde dónde empezó a correr cada uno. Un valiente sabe que el estandarte del valor no es la medalla, sino el esfuerzo, y que uno siempre se esforzará más si actúa por algo que le sale del corazón que si lo hace por obtener un premio. Un valiente no vive para conseguir, vive para disfrutar, y sabe que lo más importante de un sueño no es saber que lo vas a lograr, sino saber que mereces hacer lo que amas.
5.- Arriesga.
El que no arriesga no… nada. Ni pierde, ni gana; ni sufre, ni ama. A no ser que vivas una existencia tan pobre que no tengas nada por lo que vivir, todo es susceptible de ser perdido. En el mundo no existe nada seguro. Los valientes no entienden la estúpida forma que tiene la cultura de valorar el éxito o el fracaso, la pérdida o la ganancia. Para ellos la dignidad está en darlo todo sin reservarse nada, porque saben que lo único que verdaderamente se puede perder en la vida no es una pareja, un partido, o un sueldo: Ellos saben que lo único que verdaderamente se pierde en la vida son oportunidades.
6.- Tiene ideales.
Sin un sentido, todo caminar sería deambular. Ya sea una persona o una causa, es necesario sentir que hay algo más grande que nosotros por lo que pelear. Vivir con ideales es atreverse a vivir desde el corazón; es decirle al mundo que no todo vale, pero que a por aquello que sí vale, vamos con todo. Todo gran viaje tiene su ruta y todo valiente tiene su faro.
7.- Sabe decir que no.
La palabra no es la valla que separa quién eres tú de quiénes son los demás. Intentar complacer a todo el mundo es, además de imposible, el fin de la autenticidad. Cada uno tiene sus gustos, sus valores y sus apetencias, y eso no nos hace mejores o peores, nos hace nosotros. Hacer valer tus preferencias es, al mismo tiempo, una muestra de amor propio y un signo de autonomía. Un valiente sabe a qué decir sí y a qué decir que no, y aunque a veces pueda resultar doloroso, es su forma de decirle al mundo “aquí estoy yo”.
8.- Está presente.
Tratar de estar en todos lados es la mejor forma de no estar en ningún sitio. Por eso, ante una bifurcación, un valiente no se queda parado pensando en lo que pierde ni se echa a un lado imaginando que quizás pueda venir algo mejor. Un valiente sabe que el momento perfecto no es aquel que encaja con lo que él quería, sino aquel que se vive plenamente.
9.- Acepta el mundo como es.
La vida está llena de alegrías, sorpresas e ilusiones, pero también de sinsabores, sustos y decepciones. O te lo llevas todo, o no te llevas nada. Un valiente abraza al mundo como viene; está para los viernes, pero también está para los lunes; es ese tipo de persona que no sale al campo a maquillar el resultado, sino a jugar la vida con las reglas de la vida.
10.- Es responsable y dueño de sus acciones.
Todo el mundo tiene personas que le limitan, pasados que le condicionan y obstáculos que le dificultan. Sin embargo, en el diccionario de los valientes no existe la palabra ‘excusa’. Cada uno es dueño de su destino y no tiene sentido señalar culpables. Un valiente hace frente a las circunstancias del pasado que determinan su presente para luchar por su futuro, porque sabe que, aunque no hay batalla fácil, no hay mayor conquistador que el que se conquista a sí mismo.
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14 Comments
Aine Eryn
Merecemos ser aquello que nos llena y que nos motiva, que nos incita a sacar al guerrero que llevamos dentro. Nos merecemos ser la mejor versión posible de nosotros mismos, acariciarla, lucharla, vivirla y, por encima de todo, amarla y que sea amada de manera incondicional. Todo lo que sea menos que eso es un “no”. Con amor y gratitud por lo aprendido… pero un “no” a fin de cuentas y le pese a quien le pese 🙂
Manuela Duclo
Gracias por compartir las palabras exactas que necesitaba en este preciso momento, gracias por ser valiente en este mundo de cobardes. Me encantaría poder comunicarme con vos porque como vos me compartiste esto yo deseo compartirte una oportunidad que realmente es para valientes. Abrazo enorme!
Mercedes
¡Ay, Pablo! Tan fácil parece todo cuando te leo… tan claro parece estar. Y luego, en el mundo, en mi mundo, una no sabe realmente si se está persiguiendo un imposible o una posibilidad. ¿Cuándo abandonar un sueño? ¿Nunca o después de cuántos intentos? Son tantas palabras de tantos, enviando mensajes encontrados, que una ya no sabe si está loca por no cejar en el intento o abandona y crear un sueño nuevo. Solo yo puedo contestar a esa pregunta… pero a veces sería un alivio tener a alguien que dijera: “vete por aquí, por ahí no sigas, para, sigue”. ¿Sabes? Pero entonces no sería mi vida, mi camino, sería el de otra persona y sus límites los que viviría.
¡Leñe con el libro que estás escribiendo! Te retira de nuestras vidas durante días, aunque cuando se publique te tendremos en casa todos los días. ¡Mucha suerte!
Miguel
El mundo necesitaría mas gafas como las tuyas para que los días fuesen mas justos, pero como un valiente no tiene peros, no hay excusas posibles.
Es un placer enorme leer tus reflexiones. Literatura de primera categoría
Ceci
1. “Yo solo intento ser valiente como tú”- “Ser valiente no significa meterse en problemas”, el diálogo entre Mufasa y Simba en el que le dice que él, siendo el Rey, el más fuerte, siente miedo es exactamente esto mismo. Intentar ayudar a alguien aunque sientas miedo es ser valiente.
2. Opinar nunca está de más, también hay que saber encajar las opiniones para llegar a ser un valiente. Juzgar y proyectar ya se pasa de castaño oscuro. Por lo que ya has comentado otras veces, tengo la sensación de que tu locura del Universo de lo Sencillo comenzó siendo para los demás una fantasía irrealizable, algo que no te iba a aportar nada en la vida y que no iba a tener un futuro (qué equivocados estaban, eh? ) sin embargo, tú fuiste valiente en su momento sin necesidad de aprobación de los demás. Realmente, lo que opinen los demás está de más (como canta Mecano) pero sí que es verdad que la aprobación que sí nos pincha más es la de nuestra familia en primer término y la de nuestros verdaderos amigos. Por eso digo que la opinión sí hay que tenerla en cuenta, pero que cuando quieran juzgar y opinar… eh…. tranqui, que yo controlo 😛 Mis sueños, no se negocian. Gran frase.
3. Exactamente, ser valiente no es ser un temerario como he dicho en el punto 1. Dándole un giro de tuerca más te diré “solo no puedo, con amigos sí”. A veces hay momentos en los que es lógico necesitar de los demás. Olé por esas madres trabajadoras que no echan mano de los abuelos o de la familia para seguir adelante (no conozco a ninguna, pero seguro que las hay), pero yo lo tengo claro, adelantándome al punto 7, a veces tengo que decir que NO, que sola no puedo por mucho que yo quiera, por lo que ese NO se convierte en un “gracias a ti puedo y consigo hacerlo”.
4. ¡Una teoría para altruistas! Si no me sale de dentro… no es actuar por, sino todo lo contrario. El caso es que en cualquier cosa que te propongas, si no lo haces para disfrutar… estás perdido.
5. Una vez me dijo un chico que no podría apostar algo que no estaba dispuesto a perder, pues ¡vaya hombre!, decidiste no apostar y me perdiste… por eso encontré a mi valiente y tú probablemente ahora lo sabes. Perdiste tu oportunidad. Nunca sabremos si habría salido, pero si no estabas dispuesto a perder…
6. Creo que son la base de toda persona, si no tienes un mínimo de ideas ya centradas y definidas más o menos acerca de muchos aspectos en tu vida… ¡apaga y vámonos! Una ruta de vida, con sus caminos alternos, con sus puentes, túneles, mares, océanos… pero sabiendo que el camino es ese, la cima o el final no la sabemos, pero tenemos los pies dispuestos a seguir caminando.
7. Esto te puede crear muchos enemigos, pero también hay que saber diferenciar lo que es tu deber de lo que ya empieza a ser una obligación constante hacia otra persona.
8. Me matan las personas que quieren estar en todas partes, yo, yo y yo. “Yo primero, yo siempre he…” querer estar a veces lo único que trae es decepción en tu vida, primero porque nadie puede estar en todas partes y segundo, ay, amigo… si piensas que puedes estar muy bien con todo el mundo… ten presente que por otra parte estás perdiendo. Quizá no lo he explicado muy bien, pero para mí tiene sentido. No podrás jamás agradar a dos personas confrontadas a la vez, por mucho que tú quieras, porque en algún momento, una de esas personas se sentirá en una bifurcación y tú no vas a ser el camino por el que pasar. Vivir plenamente quizá en este sentido es como lo de tener clara tu ruta.
9. Este tema es muy complicado, pero sí que es verdad, que a medida que te haces mayor y maduras con el tiempo , vas aceptando que el mundo es como es. Para un adolescente es difícil de asimilar, pero ahí está lo bueno, necesitamos ese proceso de explosión de alegría o de profunda tristeza para madurar interiormente y llegar a ser un valiente en ese sentido.
10. El pasado, y vuelvo a la peli del punto 1, “el pasado a veces puede doler, pero tal como lo veo yo, o puedes huir de él o puedes aprender… bien ¿Qué vas a hacer? Pues aprender por supuesto! Sentirse culpable no arregla nada, pero ya digo que el pasado y las experiencias son las que te hacen madurar y ser responsable y dueño de tus propias acciones.
Lo dicho, reflexionar es el efecto del Universo de lo sencillo… Un abrazo.
Nelson
Me encanto nuevamente como todos los textos que estan compartiendo en esta hermsoa pagina , muchas gracias por darle puño y letra a muchos pensamientos y sentimientos que son mutuos en este blog , que hacen un acompañar a la vida mas amena . abrazo enorme de colores y muchas gracias
Mario
Hola Pablo y lectores!
Me ha gustado mucho. Además me recuerda un poco a unos puntos que yo mismo aplicaría a la definición de “persona libre”. Una persona que tiene una brújula, tiene ideales, tiene una idea clara del camino que quiere seguir y se mueve por motivaciones internas.
Porque el éxito es ser fiel a una idea, más allá de cualquier resultado.
Este manifiesto lo hago mi manifiesto! Lo voy a imprimir y lo voy a poner en la pared de la habitación para levantarme cada día y leerlo 😉
Un abrazo!
Catalina
Sos el mejor
Nat
Cada vez que termino de leer algún texto tuyo, pienso: ¡Debe ser increíble poder conversar con él!
Así que eso, espero poder conocerte algún día, y compartir historias 😀
Saludos desde Chile.
Sandra Gonzalez
Me gusto mucho tu texto, este mundo es de los valientes, por que viven de verdad, y mueren con dignidad.
un saludo!
N
Cada palabra tuya me abre un poquito más los ojos a este mundo, eres asombroso. Eres como la escalera que me va sacando escalón a escalón, texto a texto, de mi hoyo y no tengo palabras para agradecértelo. No solo has hecho que deje de cavar sino que has hecho que empiece a subir, gracias.
vilzt 7
ME DISCULPAN:Fue importante, excelente solo aprendí cosas exactamente que buscaba :quiero mas libretos del mundo y de psíquicos… Ups OJALA q no dije mal……
Oliver Araujo
Hola,
Todos pensamos que ser valiente es no tener miedo, pero en realidad no es así. Valor es hacer algo a pesar de que estás asustado. Dominamos nuestros miedos enfrentándonos a ellos. ¿Qué es lo peor que nos podría pasar si nos enfrentamos a nuestro miedo? Si esto no nos mata, ni nos daña física o psicológicamente o nos arruinará la vida, ¿De qué hay que tener miedo?
Debemos enfrentarnos a nuestros miedos, debemos tener coraje mientras temblamos y hacemos lo que sea necesario. Enfrentar nuestros miedos nos libera. Siempre me he alegrado de haber tomado riesgos y como resultado de ello he salido más fortalecido.
Un saludo,
Rosana Bristol
Me encantó el escrito, los valientes luchan y no se quedan atrapados en una realidad, tratan de salir adelante y verlo todo como quieren, saludos.